Un consorcio de empresas españolas desarrolla un proceso de impresión 3D para el sector de la construcción

PRODINTEC, COPROSA y TUDELA VEGUÍN han desarrollado un proceso automatizado de generación de estructuras mediante fabricación aditiva, así como nuevos materiales avanzados de base cemento, capaces de ser procesados mediante esta tecnología.

La fabricación aditiva (o impresión 3D) consiste en la obtención de piezas mediante la deposición de capas de material y su posterior consolidación. Esta tecnología es conocida y utilizada desde hace años en sectores como el aeronáutico, automoción, moldes y matrices, salud, ingeniería... En estos ámbitos esta tecnología ya es una realidad que está revolucionando la manera de entender los procesos productivos, aportando rapidez, calidad y valor añadido a los productos, además de personalización a coste competitivo.


La impresión 3D aplicada al sector de la construcción permitiría ventajas como la fabricación de elementos personalizados sin necesidad de utilizar moldes o encofrados, mantener constante el coste por elemento (independientemente del número de unidades fabricadas), automatizar el proceso de construcción (reduciendo costes y disminuyendo los riesgos laborales), ganar en libertad a la hora de diseñar elementos y aumentar la eficiencia energética y la optimización del uso de materiales.


Si bien hasta ahora habían surgido iniciativas para aplicar la impresión 3D al sector de la construcción, precisamente con el objetivo de aprovechar estas ventajas, estas habían consistido fundamentalmente en pruebas piloto a nivel laboratorio utilizando materiales como cerámicas, polímeros de fibra y cemento, madera, sales y otros aglomerantes, es decir, materiales que se utilizan en el sector de la construcción, pero que no son los más usados.


Un consorcio español desarrolla el proceso de impresión 3D con mortero y hormigón.


El centro tecnológico PRODINTEC, la empresa constructora COPROSA y la productora de cementos y cales TUDELA VEGUÍN han ido un paso más allá y han desarrollado un proceso automatizado de generación de estructuras mediante fabricación aditiva, así como nuevos materiales avanzados de base cemento, capaces de ser procesados mediante esta tecnología, todo ello en el marco del proyecto CON3D, financiado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y finalizado en marzo de 2015.


El martes 5 de mayo tuvo lugar en las instalaciones de Fundación PRODINTEC la presentación oficial de los resultados del proyecto CON3D, que incluiyó una exposición de los trabajos llevados a cabo en el proyecto y una visita al taller de PRODINTEC con una demostración en vivo de la tecnología.

Es importante destacar que el proyecto CON3D es el primero a nivel nacional y uno de los pioneros a nivel internacional en haber logrado con éxito un desarrollo tecnológico como el descrito. La principal novedad de CON3D es que permite procesar, mediante impresión 3D, materiales tradicionales como morteros y hormigones, que son los más utilizados en el sector de la construcción. Además, no se limita a un experimento piloto de laboratorio, sino que se ha desarrollado un proceso totalmente industrializable, que incluye el equipo necesario para realizar la impresión y la sistemática de fabricación.


Para ello, se ha adaptado la celda robotizada situada en las instalaciones de PRODINTEC y se desarrollado un cabezal de impresión que permite una deposición controlada de las sucesivas capas de material hasta obtener la pieza. Esta tecnología permite fabricar piezas de hasta 1 m3 con una precisión de 5 mm. La altura de capa varía entre los 45 y los 65 mm y cada pieza puede estar formada por un máximo de entre 15 y 20 capas. La velocidad de avance (impresión) está entre los 5 y 10 cm/s.


El desarrollo del material también ha supuesto un desafío importante, puesto que por un lado debe poder ser "bombeable" en estado fresco, es decir tiene que fluir a través de ciertas conducciones y ser extruido por el cabezal de impresión 3D, pero al mismo tiempo debe tener una consistencia auto portante, de forma que cada capa se sustente por sí misma y además pueda soportar la carga de las sucesivas capas que se depositan encima.


Para validar el proceso desarrollado, se han fabricado tres demostradores: dos de tipo estructural, similares a las piezas utilizadas habitualmente en el sector (vigas y pilares) y otro con una geometría más compleja (banco).